El arte de escuchar.
Cuanto menos llenos de nosotros mismos estemos,
mas espacio tendremos para los demás.
En nuestras conversaciones podemos estar tan ocupados para hacer que nuestro mensaje llegue a su destino, que NO prestamos atención realmente a lo que otra persona está tratando de decirnos.
Estamos tan “apegados” a nuestras razones y/o querer tener la razón, que no tenemos la sensibilidad ni la atención de observar que el “otr@” también tiene las suyas, su propia existencia.
La verdadera escucha es una forma de yoga de la consciencia. Detener nuestros pensamientos, simplemente dejar partir nuestros juicios y prejuicios, nuestras proyecciones y suposiciones que surgen en nuestra mente a la velocidad de la luz mientras creemos que estamos escuchando al otro, respirar conscientemente, estar presente, permitirnos sentir al otr@ a través de todos nuestros sentidos, solo entonces nuestra escucha nos permite “COMPRENDER” lo que realmente se nos está transmitiendo.
La práctica de la escucha consciente durante 10 min al día como ejercicio diario, nos ayudaría a desarrollar “estar en la presencia en el aquí y en el ahora”, y lo más grande; evitaríamos así muchos malos entendidos, discusiones y conflictos.
Pequeña pluma