Urano en Aries

                              

                          La Individuación “consciente”

Urano, el más imprevisible de las fuerzas astrológicas,  planeta regente del signo de Acuario, comenzó su tránsito  en el  signo de fuego Aries en marzo de 2011 y permanecerá hasta mayo de 2018. Urano la energía de la intuición, nos sorprende con  rupturas de esquemas mentales,  ese cambio sustancial que nos abre las puertas a una realidad distinta, en la que la fantasía se convierte en una experiencia posible y entraremos en el campo de la multidimensionalidad.

Las preguntas claves a partir de aquí serian ¿aprenderá el ser humano a crecer y manejar su individualidad de manera consciente?  ¿Nuestra sociedad está preparada para vivir su propia individuación en la madurez,  descondicionándose de todas sus ataduras  y manipulaciones sociales,  políticas, culturales, educativas  y religiosas que la aprisionan? ¿Estamos preparados  para tal liberación?

LIBERTAD significa ser consecuente con todo nuestro ser, nuestros pensamientos crean, nuestras emociones crean y nuestros actos crean. Urano en Aries es el comienzo del  descubrimiento y de la expansión del conocimiento  de la Súper-Mente. La Ley de Causa y Efecto en estos momentos se está manifestando  con la rapidez eléctrica tan característica de Urano.

Si no nos gusta el mundo en el que vivimos, tenemos el derecho y la obligación de empezar a cambiarlo. “Hacer la vista gorda” y fingir que no tenemos ninguna responsabilidad en los asuntos de la sociedad es negar nuestro poder creativo individual, dejándolo en manos de individuos sin escrúpulos que consiguen ganar poder e imponernos su política aislacionista.

 El astrólogo Jeff Green nos menciona sobre Urano “la Libertad que nace del conocimiento implica dejar a un lado la ignorancia, por dichosa que esta pueda parecer. Para liberarse verdaderamente de algo, uno tiene ante todo que penetrar en ello, TOMAR CONCIENCIA de ello y luego trascender la relación que se ha establecido con ello”.

La Libertad es SER lo que realmente uno ES, descubrir  éste gran misterio es toda una revolución y un proceso en el que  en estos tiempos se encuentra inmerso el ser humano, gracias a la energía uraniana.

Urano  es un planeta cuyo elemento dominador es el aire, en la mitología representaba la Divinidad Primordial que personifica el cielo y su energía es  el impulso del cambio a la innovación, a la libertad, a la liberación, a través de un proceso mental, que al irradiar su energía sobre Aries, el carnero, que rige la cabeza, aviva su fuego y   como signo primerizo del zodiaco, inaugura un nuevo tiempo  para la humanidad,  le otorga las cualidades de la energía vital: capacidad de acción repentina,  dinamismo, agresividad, impaciencia e irascibilidad, valentía, temeridad y alta conciencia del YO individual.  Aries está relacionado con el espíritu belicoso y serán tiempos donde se buscará realizar cambios radicales y fogosos en el colectivo social, político y religioso.

Todo esto  hay que comprenderlo bajo la ley de  la polaridad en cómo se encuentra de evolucionada la conciencia del ser humano en el planeta.  Puede manifestarse en el plano extremista-individualista, rebelde, guerrero y  conflictivo  como estamos experimentando en varios lugares de la tierra  o en el  sendero que conduce a la integridad de una consciencia  intuitiva, igualitaria-fraternal y liberadora.

 

 

 

Queda claro que Urano puede ser tan devastador como creativo. Por ello es tan importante crear un campo unificado de conciencia  plena y luminosa, pero para ello es imprescindible realizar  el trabajo individual de crecimiento y liberacion que a cada uno le corresponda, el verdadero proceso de la individuacion “Consciente”.

 

 

 

 

Al estar Urano en Aries significa que se  inicia  la visón de un nuevo tiempo, una nueva mentalidad está surgiendo, pero  los comienzos  son caóticos,  convulsos, bruscos y  aparentemente sin sentido.  Urano lo remueve  todo, nos encontramos divididos  entre lo viejo, mecánico, dogmatico y sistemático de una realidad establecida que está desapareciendo, pero  a su vez accionada por el aferramiento a fuerzas de forma  fanática para no desaparecer,  luchando violentamente en contra  la renovación y la apertura hacia lo nuevo y lo  desconocido que  está empezando a emerger.

Urano en Aries es una combinación explosiva pero a la vez  alentadora que nos lleva hacia  la nueva consciencia del Ser y como toda transición lleva su tiempo, Urano tarda 7 años por signo.

 

Nos enfrentamos a soltar,  confiar, abrir la mente y sentir el corazón despertando  hacia una confianza hasta ahora desconocida, un  nuevo concepto del tiempo “aquí y ahora”,  todo va muy rápido, los pensamientos también, por ello es  absolutamente necesario PRACTICAR  TODO lo  que hasta ahora hemos  aprendido durante los últimos años:  respirar, meditar, sanarnos, tranquilizarnos, permanecer centrados, confiar en nuestro ser interior y escuchar nuestro corazón, ya  que  apenas  nos  sirve leer incondicionalmente libros y libros de crecimiento personal o asistir a cientos de cursos terapéuticos de fin de semana para decirnos lo mismo de lo mismo y que en el fondo ya sabemos,  ¡Ahora es el tiempo de confiar en nuestra PRESENCIA!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nuestra mente está  saturada de tanta programación controlada, de  nuestras vidas estables, previsibles y conservadoras, que  ignorantemente creemos que todo ello nos aporta seguridad. Urano  irrumpe  y nos desbarata los planes, nos libera de los condicionantes de “Como deben de ser las cosas” y nos lleva  para aprender a fluir y confiar en una consciencia más universal, creativa,  mas intuitiva, formando parte de una gran unidad cósmica en la total aceptación de nuestro SER SUPERIOR y de esta forma crear un MUNDO NUEVO, aunque el impacto inicial puede ser confuso, caótico, inestable, sorprendente y doloroso, ya que Urano nos lleva más allá de lo familiar conocido donde los viejos cimientos caen debido al impacto y el despertar interior puede  traer, inquietud, desasosiego, angustia y miedo.

El impulso uraniano es el impulso de la VIDA  renovándose  cuando el estancamiento nos ahoga y dejamos de crecer.