AULAGA-GORSE
ESPERANZA “La FUERZA de la vida”
El momento más oscuro de la noche de la vida, ocurre justo un instante antes del amanecer.
El Dr. Bach incluyó esta flor en el grupo: “para quienes sufren de incertidumbre”, estado de ánimo bastante generalizado hoy en día.
La Incertidumbre es la emoción opuesta a la Esperanza y precisamente esta bella flor está relacionada con estados de ánimo de desesperanza, perdida de fe y sufrimiento permanente.
Sus flores de color amarillo dorado muy fragrante y atrayente para las abejas, que cuando se acerca el insecto, dispersan el polen sobre el visitante dejando en el aire un profundo aroma que recuerda al de las almendras.
En 1933 el Dr. Bach encontró esta flor de la Aulaga (Gorse) cuando el Sol se hallaba en el punto vernal.
En el antiguo calendario celta de los árboles, este arbusto espinoso que crece en suelos arenosos y llega a medir 1.20m, simboliza el victorioso Sol entrando en el equinoccio de la primavera dejado atrás el frio y oscuro invierno.
Plantas que forman agrupaciones cerradas y que puede dominar paisajes enteros de color dorado, su belleza puede cautivar al alma humana más insensible y endurecida.
Cuando se padece un estado Aulaga, la persona ha perdido la confianza en sus propias fuerzas y con frecuencia se tiende a somatizar su depresión y desaliento en diferentes enfermedades. Cualquiera que sea el origen de este estado de ánimo, esta situación conlleva a la disminución de las defensas inmunológicas y de la lucha por la vida perdiendo su sentido por ella causando resignación y pérdida de fe.
Este estado mental puede darse en personas que padecen enfermedades crónicas, o se les ha diagnosticado de “incurables,” dependencia insulínica, discapacitados, enfermedades autoinmunes, pacientes dializados, melancolía, adicciones, dietas etc.
La desesperanza puede llegar a ocurrir a causa de varios tratamientos que no dan el resultado esperado, a personas que a pesar de sus esfuerzos realizados no llegan a logros verdaderos, prolongadas luchas acompañadas por fracasos y errores produciendo un agotamiento interior como podría ser desde una situación económica, perdida de trabajo, dietas para adelgazar, una relación amorosa o familiar, tratar de salir de algún tipo de adicción etc.
Su aspecto benéfico:
Bach describió: “los tipos Aulaga necesitan que brille el sol en sus vidas para ahuyentar las nubes”.
La Aulaga permite salir de un estado de postración y depresión, de estados de ánimo de vencimiento, resignación y vacio, recuperando la alegría manteniendo la fe en medio de las dificultades.
Se recupera la alegría y la fuerza interior que nos permite aceptar aquello que no se puede cambiar y modificar en nosotros mismos lo que creíamos inmodificable.
Un caso excepcional:
Este caso me gusta contarlo cada vez que puedo ya que modificó mi vida y es un ejemplo en el cual todos podemos aprender algo.
Mujer de 54 años, diagnosticada de un cáncer muy avanzado y con pronóstico de 3 meses de vida. Casada y con 2 nietos de corta edad.
Siempre fue una mujer vital, decidida y emprendedora pero cuando la conocí, postrada en su cama, no quedaba mucho de la esplendida mujer que era; derrotada, triste y desesperanzada, hablaba con voz apagada de su depresión por la pérdida de vivencias que no experimentaría, sobre todo con sus nietos.
La Aulaga fue la flor principal, junto con otras, para tomarlas diariamente con bastante frecuencia. A los 10 días me llamó su hija para que viniera, cuál fue mi sorpresa al verla sentada en la cocina con una sonrisa en su rostro. Me invitó a un café y estuvimos hablando largo rato. Había recuperado la alegría y sobre todo una gran comprensión de su vida y de la muerte que estaba por llegar. Había decidido que lo que podría quedarle de vida la aprovecharía al máximo según su enfermedad le permitiese, había asumido perfectamente lo que le estaba sucediendo y no permitiría dejarse arrastrar por la negación y la postración que la desesperanza le hacía sentir. Según ella habían muchas cosas por hacer y tenía un plan: solucionar todas las cosas que tenía pendientes antes de su partida, vivir con todo el amor y con toda la dicha sus relaciones familiares, perdonando y perdonándose, y sobre todo prepararse espiritual, mental y emocionalmente para el nuevo camino que se le abría por delante al dejar su cuerpo.
Quedé profundamente impresionada con esta experiencia y siempre, siempre le estaré agradecida por tan generoso regalo.
Vivió 9 meses plena y conscientemente, dejándonos a todos con una sonrisa en el alma.
Estoy agradecida por vuestro interés, por vuestras preguntas y necesidades personales sobre las terapias con las flores que me enviáis al gmail.
Un abrazo de LUZ.